1. Creación de Cuentas Innecesarias
Uno de los errores más frecuentes es crear cuentas de usuario innecesarias, como cuando se asignan accesos a personas que no requieren permisos específicos o cuando las cuentas se mantienen activas a pesar de que ya no son necesarias.
Cómo evitarlo:
- Revisión periódica de cuentas: Realiza auditorías periódicas para verificar qué cuentas están activas y quién las utiliza. Si hay cuentas sin actividad o que no corresponden a empleados actuales, elimínalas de inmediato.
- Principio de mínimo privilegio: Asigna permisos solo a aquellos usuarios que realmente necesiten acceder a ciertos recursos para desempeñar sus funciones. Evita dar permisos amplios sin justificación.
2. Asignación Incorrecta de Permisos
Asignar permisos incorrectos, ya sea otorgando más acceso del necesario o restringiendo el acceso a los recursos relevantes, puede generar problemas operativos y de seguridad. Los usuarios pueden tener acceso a información sensible que no deberían o pueden carecer del acceso necesario para realizar su trabajo.
Cómo evitarlo:
- Definir roles claramente: Establece una estructura clara de roles dentro de la organización y asigna permisos de acuerdo con estos roles. Esto facilita la asignación correcta de accesos y asegura que los usuarios solo puedan realizar las tareas para las que están autorizados.
- Revisión regular de permisos: Los permisos deben revisarse periódicamente para asegurarse de que no se asignaron de manera incorrecta o que las necesidades de los usuarios no hayan cambiado.
3. Falta de Control de Acceso
El no tener un control adecuado sobre quién tiene acceso a qué información puede abrir la puerta a brechas de seguridad. Esto es especialmente crítico en sistemas donde los datos sensibles, como la información financiera o personal, deben ser protegidos.
Cómo evitarlo:
- Control de acceso basado en roles (RBAC): Implementa un sistema de control de acceso basado en roles, donde los permisos se asignan en función de los roles del usuario dentro de la organización. Esto ayuda a garantizar que solo los usuarios adecuados tengan acceso a la información relevante.
- Verificación y autenticación: Utiliza autenticación de múltiples factores (MFA) para garantizar que solo los usuarios autorizados puedan acceder a los sistemas. Además, revisa periódicamente los accesos y modifica o revoca permisos cuando sea necesario.
4. No Actualizar los Permisos al Cambiar de Roles
Cuando un usuario cambia de puesto o funciones dentro de la organización, los permisos asociados a su cuenta pueden quedar desactualizados, lo que podría permitirle acceder a áreas que ya no corresponden a su rol actual.
Cómo evitarlo:
- Actualizar permisos al cambiar de rol: Siempre que un usuario cambie de puesto, asegúrate de que su acceso sea ajustado según las nuevas responsabilidades. Mantén un registro actualizado de estos cambios y asegúrate de que las cuentas reflejen las nuevas necesidades.
5. No Capacitar Adecuadamente a los Administradores
A menudo, los administradores de sistemas o los encargados del registro de usuarios no reciben una capacitación adecuada sobre cómo gestionar el acceso de manera efectiva. Esto puede llevar a decisiones incorrectas que comprometan la seguridad.
Cómo evitarlo:
- Capacitación continua: Asegúrate de que todos los administradores reciban formación continua sobre las mejores prácticas de seguridad y gestión de usuarios. Esto incluye la correcta asignación de roles, el manejo de contraseñas y la gestión de permisos.